Tengo la tintura en la cabeza. Nada me aburre más que hacerme el ‘color’. Do it yourself, yet again. Le buscaría el lado positivo al doityourselfismo pero no soy de esas. Positivas, digo. No me gusta el olor y nunca me gusta como queda cuando esta recién lavado. Me gusta más cuando el color se gasta.
Hoy Simón se fue a un Camp por una semana otra vez. La semana pasada estuvo en Galveston, en un ‘surf camp’. Dos días en casa y se volvió a ir, otra vez, contento. Es amiguero y sociable. Me encanta. Vuelve contento. Le gusta. Algo debo estar haciendo bien. Ahora se va a “El Rancho Cima’ (‘Eul Rhanchou Cimah’), en las sierras tejanas, al lado de un río. Vuelve cansado, quemado (aunque le mando tres pomos de protección solar treinta, que no usa) y sucio. El me dice que se baña, imaginate, sin jabón, ni se debe lavar los dientes. Le mande una botellita tamaño viaje de enjuague bucal (asi por lo menos si no se lava los dientes se los enjuaga?) y le dije: ‘escóndelo en el bolso’, no vayan a creer los Camp Liders que soy una loquita. La última es mamarse con el Listerine. Tomate un litro de enjuague bucal sabor a menta fresca…. Uf… too much.
La otra se queda acá conmigo. Contenta de jugar a ser hija única por una semana. Esta también es sociable pero nunca quiso ir a un sleep away camp. Se fue una semana a Washington DC con un grupo y después diez días a Florida con una amiga. Nada de dormir en un catre, bañarse con agua fría y estar expuesta a los elementos naturales veinticuatro horas al día. No.
Son tan iguales pero tan distintos. Me divierten un montón, cada uno a su manera. Los parí yo. A los dos.
Haciendo los ultimos preparativos para el Camp.
El que vive descalzo. Usa las zapatillas desatadas porque es mas rapido para ponerselas cuando la situacion lo requiere.
Yo que ando chancleteando con la uña cachada y sin animo de visitar a las chinitas...
Esta, la mayor.
La que se graduo de Middle School con honores.