El invierno que nunca llegó

Es pleno invierno y todavía no hizo frio. Esta fresquito, como para dejarte usar botas y un saquito. Nada de campera o bufanda. Creo que heló solo tres veces y como viene la cosa parece que el invierno va a terminar así, nomás. Hoy salí al jardín y me di cuenta que entre la lluvia que cayó este mes (que debe ser mas de la que cayó los dos últimos años) y el calorcete que hace algunas plantas creen que es primavera y brotaron. Que confusión. Como explicarles que no?

Por un lado esta bueno porque le va dar una chance a las plantas de recuperarse bien después de la sequía. La ciudad contó seis millones de arboles muertos. Si, seis. Es un montón. Los fueron bajando durante noviembre y diciembre. Podías ver los arboles muertos marcados con una equis naranja flúo por todos lados y a los camiones de la ciudad bajándolos. 

Ando un poco caída. No se que me pasa. Tal vez debería volver a salir a caminar para producir endorfinas (endorfinas se dice? Endorphines). Siempre dejo en el verano con la excusa del calor y después me cuesta arrancar. De hecho nunca arranqué.

En general me pongo así en esta época. Triste, caída, desganada. Acá les contaba el año pasado mi relación con el sol y lo mal que me ponen los días cortos. 

Ok acá esta el plan: mañana salgo a caminar. Eso. 

Random postcards of last week.

Bajé del ático unas cajas y entre ellas estaba la ropa de bebé de los chicos. De mas esta decir que cayó alguna lágrima.

Así de remera andamos.

Me pregunto si habrá sido una buena idea cortarme el pelo sintiéndome así. La auto foto tampoco ayuda.

Este fue el color del cielo las últimas semanas.

La lluvia que no para y el sol que asomó hoy después de muchos días.