viernes, 14 de octubre de 2011

De Brujas y Hechiceras

Volvíamos del colegio en patota. Deberíamos ser unos quince chicos los que enfilábamos caminando para el mismo lado, tal vez más. Algunos hacían tres cuadras, otros siete u ocho. Mis hermanos y yo sólo cinco. Caminábamos por las calles juntando nueces de los nogales que flanqueaban la calle Tres de Febrero. En la esquina de Tres de Febrero y Esnaola siempre había una señora con una escoba. Nos miraba y chistaba cuando nos veía juntar las nueces. Nosotros, los más chicos, corríamos asustados. En nuestras pequeñas mentes era una mezcla entre bruja y hechicera. Era vieja, tenía el pelo blanco y siempre vestía de negro o azul marino, no se exactamente. Tenía la espalda encorvada y era muy muy bajita.
Un día, no sé bien porque, paré a mirarla. Quedé ahí, sola, parada, mirándola petrificada. Me daba miedo pero en el fondo quería verla de cerca. Se acercó, me agarró las manos despacito y murmuró algo que no recuerdo. Sus manos eran muy blancas y suaves pero tenía las yemas de los dedos negros. Me asuste, saqué las manos rápido y salí corriendo para mi casa. En el camino alcancé al resto de la patota con el estómago haciendo ruido. No era miedo, ya era la hora del té. Para mi nesquick frío por favor. 

Llegar a casa, abrir la puerta y dejar que te inunde ese olor tan familiar mezclado con el olor del hogar borraba cualquier cosa. Aunque sea momentáneamente. 

Con los años dejamos de juntar nueces, la viejita desapareció y yo me cambié de colegio.
Nunca me olvidé de su cara, ni de sus manos suaves con las yemas de los dedos negras. La imagen no es clara pero la sensación de los bolsillos del blazer llenos de nueces, las hojas secas debajo de los zapatos abotinados y la viejita con la escoba todavía perduran en mi memoria. 

Con el correr del tiempo me di cuenta que probablemente, la viejita, era la señora que limpiaba, no era tan vieja y tenía las manos sucias con algún producto para lustrar platería. O no. Quién sabe. En una de esas era una viejita hechicera que salía a espantarnos para que no nos robemos las sus nueces.

El té o merienda sigue siendo un ritual que aún conservo y que pasé a mis hijos. Ya no tomo más nesquick, ahora tomo té. Con tostadas, por supuesto.

Vos que tomas a la hora del té? 





18 comentarios:

  1. Lindísimo post Bubu! podría ir a mi blog con una foto de mis tazas y teteras jejeje
    Yo amo el té, pero mi momento de té es a la noche, cuando duermo a mis indiecitos.
    A la merienda sale mate, y si la culpa no aflora: dame nesquick! con vainillas, y la vida es un carnaval!

    ResponderBorrar
  2. Antes que nada, por si no te lo había dicho: qué belleza tu header!!!!
    Mis viejos también tenían la costumbre de la inefable merienda, los chicos con Nesquik obviooo! y en mi caso con Melbas, palabras mayores! Ahora en mi familia la conservamos, café con leche (descremada), galletitas de salvado, queso crema light, y dulces bajas calorías. Los chicos: Nesquik!!
    Tu post es lindísimo, mueve muchos recuerditos eh!!
    Un beso y buen fin de semana, Bubu!

    ResponderBorrar
  3. Cómo vuela la imaginación cuando somos niños, que divino!!!
    En casa el mate es infaltable, con bizcochitos de grasa o tostadas, para la peque leche sola, no entiendo todavía como no le gusta el nesquik, más cuando se hacen las burbujitas arriba de chocolate y comerlas con la cuchara...que delicia!!!
    Besos y buen finde!!!
    Por acá el domingo se festeja el día de la madre, así que te dejo un beso grande para ti!!!!
    Feliz finde!!

    pd: estaba convencida que te seguía, pero no...ahora te sigo!!

    ResponderBorrar
  4. A los 26 años, sigo amando el Nesquick frío, y con azúcar! golosa total
    Qué linda me pareció la escena que describís, en qué ciudad era?

    ResponderBorrar
  5. Yo tomo mate! Poco té. Ahora descubrí uno de manzanilla y rosa mosqueta que me encanta. En mi casa también la hor de la mediatarde es ritual.
    Preciosas las fotos.
    Besos

    ResponderBorrar
  6. Cómo nos traes recuerdos propios con tus palabras! La merienda con Nesquick o Toddy era religión. Y ahora, cuando estoy en casa los mates, ese ratito para compartir y charlar, que no falte. Ah, pero si hace mucho calor, hago un sacrificio y vuelvo al nesquick bien frío, incluso, puedo pedirme una Cindor en un bar, sí, semejante grandulona, pero me gusta, y qué?
    Besito Bubu y muy buen finde!

    ResponderBorrar
  7. Hola! Qué lindo post. Cómo cambia la percepción de una con el tiempo. Quizás no era taaaan ancianita, quizá no era una hechicera, sino solamente la sra de la limpieza.. me encntó. Yo tomo mate. El té a la noche, después de cenar, o un restaurante ídem.
    El detalle que me flasheó: el ddl Cronapole!!!! Qué rico! Doy lo que sea porque esa marca llegue a Argentina y dejen de estafarnos con lácteos de mentira.
    De eso dedudje -intuitivo lo mío- que estás en Uruguay. Es así? En qué parte? Un beso enorme!

    ResponderBorrar
  8. Qué lindo recuerdo! Las cosas que uno imagina cuando es pequeño...!
    Para mí mate amargo y rodaja de pan negro, a veces tostada, con queso.Los chicos Nesquick o leche sola, siempre fría.
    Té, de cedrón manzanilla, melisa, o una combinación de los 2 primeros, por la noche, especiamente en invierno.
    Cariños y buen finde

    ResponderBorrar
  9. Qué post más hermoso, te ví corriendo con cara de terror y todo!
    En casa los chicos le dan al nesquick, a veces, otras yogurt con cereales, y todas las cosas caseras que ya sabés.
    Yo de chica casi siempre tomaba leche sola, a veces le ponía nesquick pero no me volvía loca, por lo que sí me volvía loca era por LA cindor de botellita de vidrio, que siempre tomaba cuando mi abuela me llevaba a tomar el té con sus amigas!
    Buen finde Bubu!

    ResponderBorrar
  10. Nunca tomé la merienda propiamente dicha, en mi casa papá nos servía sandwichitos de jamán crudo y Fanta por que era lo que a él le gustaba! jajaja
    Ahora, que estamos en Baires se está haciendo una costumbre por que hay que "engañar" la pancita hasta las 9 y media o 10 de la noche, hora en que cenamos.

    ResponderBorrar
  11. Que linda entrada...cuantos recuerdos...
    Yo tambien tomaba chocolatada con tostaditos de jamon y queso,mi mama tenia una tostadora.
    Lindo fin de semana.
    Feliz dia de la madre.

    ResponderBorrar
  12. Oh YUM. That sweet milk caramel sauce looks muy delicioso!

    ResponderBorrar
  13. Como siempre, tus posts son como historias en imágenes!! Imaginé esas escenas y a mi también me dió miedo!!

    Yo tomo capuchino con leche, mate o té, depende del día!!

    Un beso, feliz día de la madre y buena semana!!

    ResponderBorrar
  14. Tu historia me ha encnatado, pero ese bote de dulce de leche de Conaprole es lo más .Cuando se que alguien de Uruguay viene a visitarme , siempre les pido que me traigan ese, los de aquí no son ni parecidos.Disfrútalo.Besos.ANA

    ResponderBorrar
  15. Yo no paso mi tarde sin el té.
    Me gusta,es mi momento de relax, aunque sea unos minutos...
    Casi siempre con tostadas, queso crema y mermelada de frutillas!

    ResponderBorrar
  16. Me encanta este viaje en el tiempo. Me imagino tantaaaaassss cosassss.
    Yo tomo mate, a toda hoa, es un vicio...aunque a veces, cuando hace frío me preparo un rico tecito saborizado y lo sirvo en mi tacita floreada de Tutti Fiori...el tema es en verano...

    ResponderBorrar
  17. Aaaaa que lindo creo que todos viajamos en el tiempo con tu relato.Yo soy del mate por la tarde pero algun dia un te tambien me gusta aunque ya qusiera tener el dulce de leche conaprole!!!Pero bueno no todo se puede jaja..besos.

    ResponderBorrar
  18. Qué hermosa historia!
    P.D.: arriba el dulce de leche conaprole!!! ;)

    ResponderBorrar